Es una técnica milenaria que tiene su origen en la india. Fue el médico francés Leboyer, quien contemplando durante largo tiempo las caricias y movimientos rítmicos que una madre india realizaba en el cuerpo de su hijo, observó los maravillosos beneficios que esa practica generaba en el bebé. Decidiendo mas tarde, importar las maniobras a occidente bautizando la técnica con el nombre de Masaje Infantil SHANTALA, en honor a esa madre india llamada Shantala.
Puedes realizar la técnica a tu bebé a partir del día 1 de nacido y prolongarla hasta cuando lo desees. Lo único que irá variando será la presión, que en bebés de menos de 1 mes de vida será suave como un roce y a medida que va creciendo irá aumentando ligeramente.
El masaje genera una serie de beneficios para el bebé:
- Potencia el vínculo afectivo con los padres, a través de los estímulos del tacto, la mirada, la sonrisa, sonidos, abrazos, olores, facilitando la comunicación no verbal.
- Ayuda a estimular el sistema inmunológico y circulatorio del bebé.
- Potencia el desarrollo y maduración de los sistemas respiratorio y digestivo, regulando las funciones respiratorias y gastrointestinal, aliviando problemas de cólicos, gases y estreñimiento.
- Potencia el desarrollo del sistema nervioso central y musculoesquelético preparando al bebé para el desarrollo de hitos motores posteriores como los giros, gateo, marcha, etc.
- Genera estado de relajación, favoreciendo un sueño tranquilo y profundo.
- Ayuda a incrementar el peso en bebés prematuros.
IMPORTANTE:
- Contraindicaciones para el masaje: estado febril del bebé, en caso de estar cursando con un cuadro infeccioso, sobre piel erosionada, alergia cutánea.
- Que la persona que vaya a realizar la técnica, se encuentre relajada, tranquila y con ánimo para realizar el masaje.
- Debes buscar un lugar tranquilo, ambiente temperado. Si lo deseas puedes acompañarte con música de relajación, aromaterapia para facilitar la interacción.
- Antebrazos y manos de quien realiza el masaje, libre de joyas.
- Manos limpias y uñas cortas.
- Usar un aceite natural, por ejemplo de manzanilla, almendra, caléndula para desplazar más fácilmente tus manos sobre la piel del bebé.
- Para iniciar el masaje buscar una posición cómoda por ejemplo: sentada en el suelo con piernas estiradas, espalda recta y hombros relajados, acostando al bebé sobre tus piernas, siguiendo siempre su mirada.
- La técnica consiste en movimientos lentos, rítmicos y suaves. La frecuencia y duración de cada técnica las determina el bebé, si notas que está inquieto, cambia de maniobra.
Te invitamos a participar en nuestro taller de masaje Shantala para padres (individual o grupal)
Realizado por una kinesióloga e Instructora de masaje Infantil Shantala.
Consulta por nuestros cursos.